Soñador de realidades

¿Quién soy yo... cuando Tu estuviste allí?

miércoles, 10 de abril de 2013

Canciones y más canciones

Luego de ese verano me volví mucho más musical y práctico. No sé si he madurado, ni me fijo mucho. Pero lo que sí es que estoy bien-bien enamorado (o ilusionado, o las dos cosas, no sé). Lo peor es que ella la siguió. ¡Qué fácil para mí es dejarlo todo, nada pasó, punto! Pero no, esto no lo busqué yo. Cada vez que dejo mis emociones en Sus Manos, sucede algo especial contigo. Cada vez que renuncio a ellas y en Él confio. Eres una bendición, (y me pondré romántico) como una de estas pocas estrellas de veranotoño que brillan encima tuyo cuando caminas en soledad por la noche fría y citadina. No, no quiero "empezar", ni tan rápido, ni tan vago. Pero sabes qué siento por ti... y es difícil interpretarlo con palabras. No hay día que en ella no piense, no hay día alguno. A veces cansa, a veces duele. No temo olvidar ese cabello lindo que recoge para comprobar que me mantenga ahí, prendido. No temo dejar sus ojos negros, para mí brillante azul oscuro de altamar... hay algo ahí dentro (¡quiero meterme más profundo!)... pero, ay... me afano mucho.
Te dije: "quiero esperar, ¡me muero por esperar!" Y no mentí. Pero, ¿sabes qué? No es fácil. Acercarme, ser tu amigo, no es fácil. Tiemblas, te sonrojas, no sabes de qué hablar. Hasta te escapaste en una de esas. En otras sonríes como si no hubiera mejor momento en vida. Atrás en el tiempo, te mantenías ajena y algo distante... ¿Sabes lo que estas haciendo?... Quiero decirte sólo una cosa en cuanto a eso: no te sientas culpable, ni te sientas obligada a nada. Eres mi hermana, eres mi amiga. Si hay algún problema, el problema es mío, si deseas ayudame a resolverlo, aunque sacrifique mis emociones en el proceso. Sí, eres una reina, hija de Dios como ninguna. Pero te quiero más allá de cualquier esfuerzo sentimental que hagamos tu y yo. Comenzó así y, creeme, terminará así (aunque demore centurias). Porque es Dios quien me da la Paz, y siempre lo hizo (sea para lo que sea que El haya causado esto). Yo se que es difícil creerme. Amiga, espero en Dios, nada más tengo.

sábado, 6 de octubre de 2012

Era de noche. No tan de noche, pero ya no había sol. Bueno, lo que se puede llamar sol aquí en Lima. Y, pues, así como estaban aquellos días (como movidos por los trabajos de BI) habían pocas cosas que hacer que no fueran hacer la tarea o dormir luego del cole. Estaba en cuarto. Y me dió curiosidad: prendí la radio en una emisora cristiana. Tenía expectativas. Entonces, empezó. Era una prédica de una serie de Chuy Olivares denominada "Como en los Días de Noé". Terminé arrodillado, llorando en el suelo. ¿Qué habría pasado en esos días? Ahora ya ni lo recuerdo. Pero luego de otra prédica más, otra de aquellas noches esperadas, busqué su nombre en Google. Encontré su página y bajé su serie de prédicas sobre Romanos. Me parece que aún estaba con el buzo del cole. Cuando finalizó la segunda de esas prédicas, a las que presté toda la atención que pude, pedí a Dios que me hiciera una nueva criatura. Y luego Dios me permitió (en el sentido de que me dio un timepo que no tenía) escuchar "El Verdadero Evangelio". Las primeras no me gustaron. Pero llegó la prédica número once: "Un llamado al arrepentimiento". Por semanas, en realidad hasta luego de un año después, esa prédica me revolvió los intestinos espirituales hasta hacerme soltar en más de una oportunidad una o varias lágrimas. No era Chuy, no podía ser... era algo más grande que me llenaba de impotencia hacia lo que yo mismo era pero tambien de esperanza y de convicción de que tenía que cambiar, de que lo podía hacer con Sus Fuerzas, y que ese cambio no sería un cambio normal. Una convicción de mi propio pecado. Una de esas noches, me arrodillé y me arrepentí de todo lo que yo era. Le declaré mi verdadero Señor y Salvador. Le dije que no importaba lo que me pidiera, aún mi propia vida: Él era mi Señor. Aunque me he vuelto más frío y cobarde, aunque mi relación con Él ahora no está como me gustaría, aunque (y sin embargo!) han pasado ya cinco años de sorpresas espirituales...
Tal vez alguien lea y diga: "Okeeeey...¿te convertiste por internet (equisde)?". Le respondería que sí y que eso significó mucho para mí. Que hasta ahora no puedo dejar ese momento como si hubiera sido uno más en mi historia. ¡Comprendí que no es por lo que yo haga sino porque crea en Él! He vuelto a recordar aquella entrega, ¡la volví a recordar! Hay un conocido mío que cuando ve la clase de mensajes "espirituales" que me gustan publicar me comenta: "WAKE UP!", como diciendo: "OE Q TIENES??" (por no decir algo más vulgar). Y es que se espera algo más de un eminente estudiante de sociología en la UNMSM. Claro, para cualquiera, pues. Yo le llamo a veces "desahogo espiritual"; qué importa cuando simplemente hay algo que te dice que no te puedes callar. Yo puedo ser un malumorado en estos días, y muchas cosas hay que quise no hacer o decir. Pero esto aquí no se termina, y debo apresurarme (ya lo entiendo mejor...). Dante Gebel, en "Pornografía espiritual", dice: "Yo estoy cansado del Evangelio tal como lo conozco hasta ahora. El murió desnudo, perdiendo Su Dignidad, y nosotros queremos avivamiento sin perder la nuestra". Así me sucedía a mí. Creo que ha llegado el tiempo de cambiar, y la dimensión en la que entraré ahora será una nueva dimensión. No como la he conocido antes. A Dios sea la Gloria.
Bueno, los blogs no son mi especialidad. No son ni siquiera de mi puro gusto. Probablemente actualice esto con regularidad. Quizás no. OK, no tengo todas las respuestas y nunca las tendré (sí, Señor, ya lo comprendí). A veces siento que no tengo la autoridad para hablar de ciertos temas de los que no debo de hablar, porque simplemente tengo pajas en los ojos (ehrm... a veces industrias madereras). Crecer como un cristiano de cinco años en este mundo, estudiando sociología, no ha sido nada fácil. Pero aquí relataré mis idas y venidas, mis percepciones sinceras, algunas (o varias) cuestiones académicas, sólo Dios sabe. Y, de hecho, prometo orar siempre antes de escribir esto. ¿Cuál es la mística de la oración? ¿Tiene que ver con lo que dijo Weber? En parte, pero en parte no. Las recompensas psicológicas no transforman/revolucionan vidas enteras, sólo las estimulan. Escribiré, pues, de todo (y perdóneme algún hermano que lea esto por ahí: sí, trataré de escribir de todo). Disimularé estar tranquilo cuando en realidad estoy molesto o cosas parecidas, pero espero que la simpleza de las palabras que escriba de acuerdo a mi estado de ánimo los convenza de que no soy perfecto ni mucho menos. Bueno, sólo falta dar gracias a la persona que me empujó a hacer esto (alguna vez...) Pues, creo que no es el mejor momento para empezar, jaja. Texto de Orellana, Orellana, Orellana... alli voy.